La Guerra del Pacifico trata del conflicto entre Peru,Bolivia y Chile por el recurso del salitre.
lunes, 2 de julio de 2012
BATALLA DE ARICA
Resumen de la batalla de Arica (7 de junio de 1880)
El 26 de mayo de 1880, el ejército peruano-boliviano había sido
derrotado por los chilenos en la batalla del Alto de la Alianza (Tacna).
Poco después los invasores rodearon Arica, bastión peruano al mando del
coronel Francisco Bolognesi.
La batalla de Arica
Los chilenos sumaban cerca de 6000 hombres; los peruanos menos de 2000.
Los sitiadores intentaron obtener la rendición de los peruanos, pero
Bolognesi, respaldado por sus quince oficiales, respondió que pelearía
“hasta quemar el último cartucho”. El día 7 de junio de 1880, a las 5 y
30 de la mañana empezó la batalla cuando el regimiento chileno Tercero de Línea atacó el fuerte Ciudadela. Aquí se produjo un sanguinario choque, muriendo todos los peruanos, entre ellos el coronel Justo Arias Aragüez.
Mientras tanto, el Cuarto de Línea atacó el fuerte Este,
matando a muchos peruanos, entre ellos Joaquín Inclán y Ricardo
O'Donovan. Después de una heróica resistencia en el Cerro Gordo y el
sector norte, los sobrevivientes de todos los frentes se replegaron
hacia la cima del morro. Aquí murieron peleando los bravos Ramón Zavala,
Guillermo Moore, Alfonso Ugarte y Francisco Bolognesi. Finalmente, el Cuarto de Línea tomó el morro e izó la bandera chilena.
Desde aquel día Arica pasó a poder chileno, lo que quedó legalizado con la firma de los tratados de 1883 y 1929.
Desde aquel día Arica pasó a poder chileno, lo que quedó legalizado con la firma de los tratados de 1883 y 1929.
COMBATE DE ANGAMOS
Combate de Angamos (8 de octubre de 1879)
Fuente: Marina de Guerra del Perú
Al
amanecer de aquel día, el Huáscar fue avistado por la primera división
chilena, lo que obligó a Grau a virar hacia el Suroeste para luego
volver al Norte, tratando de dejar atrás a sus enemigos. Poco después,
el Huáscar y la Unión se encontraron con la segunda división chilena
frente a Punta Angamos. Al percatarse de que el Huáscar no podría evadir
el combate por su escaso andar, la Unión se abrió paso hacia el norte.
Luego, a las 09:40 horas, siendo inevitable el encuentro, el monitor peruano afianzó su pabellón disparando los cañones de la torre sobre el Cochrane a mil metros de distancia. La Covadonga y el Blanco Encalada en esos momentos se hallaban a una distancia de seis millas con dirección al Huáscar, mientras que la O'Higgins y el Loa se dirigían a cortar el paso a la Unión. El Cochrane no contestó inicialmente los disparos, sino que acortó distancias gracias a su mayor velocidad, y cuando estuvo a 200 metros por babor del Huáscar, hizo sus primeros disparos, perforando el blindaje del casco y dañando el sistema de gobierno.
Diez minutos después un proyectil proveniente también del Cochrane impactó en la torre de mando y al estallar hizo volar al Contralmirante Miguel Grau y dejo moribundo a su acompañante Teniente Primero Diego Ferré. Entonces tomó el mando del buque el Capitán de Corbeta Elías Aguirre, quien continuó el combate con las naves chilenas, hasta que también cayo muerto por un disparo enemigo. Uno tras otro, los oficiales peruanos se fueron sucediendo a cargo de la nave, que recibía una y otra vez los impactos de la artillería chilena, hasta que habiendo recaído el mando en el Teniente Primero Pedro Gárezon, este oficial, viendo que ya no era posible continuar la lucha por las condiciones en las que se hallaba el buque, con sus cañones inutilizados, roto su timón, y diezmada su tripulación, dio la orden de abrir las válvulas de fondo para inundar al monitor y de esta forma impedir sea capturado por el enemigo.
A las 10:55 el Cochrane y el Blanco suspendieron el cañoneo y al ver que el Huáscar pronto se iría a pique, enviaron una dotación armada en lanchas para tomarlo. Cuando los marinos chilenos ingresaron a bordo, el Huáscar ya tenía 1,20 m. de agua y estaba a punto de hundirse por la popa. Con revolver en mano, los oficiales chilenos ordenaron a los maquinistas cerrar las válvulas y posteriormente obligaron a los prisioneros a apagar los fuegos que consumían diversos sectores de la nave. La lucha había concluido, el Huáscar capturado, y el mar libre para iniciar la invasión del Sur peruano.
Luego, a las 09:40 horas, siendo inevitable el encuentro, el monitor peruano afianzó su pabellón disparando los cañones de la torre sobre el Cochrane a mil metros de distancia. La Covadonga y el Blanco Encalada en esos momentos se hallaban a una distancia de seis millas con dirección al Huáscar, mientras que la O'Higgins y el Loa se dirigían a cortar el paso a la Unión. El Cochrane no contestó inicialmente los disparos, sino que acortó distancias gracias a su mayor velocidad, y cuando estuvo a 200 metros por babor del Huáscar, hizo sus primeros disparos, perforando el blindaje del casco y dañando el sistema de gobierno.
Diez minutos después un proyectil proveniente también del Cochrane impactó en la torre de mando y al estallar hizo volar al Contralmirante Miguel Grau y dejo moribundo a su acompañante Teniente Primero Diego Ferré. Entonces tomó el mando del buque el Capitán de Corbeta Elías Aguirre, quien continuó el combate con las naves chilenas, hasta que también cayo muerto por un disparo enemigo. Uno tras otro, los oficiales peruanos se fueron sucediendo a cargo de la nave, que recibía una y otra vez los impactos de la artillería chilena, hasta que habiendo recaído el mando en el Teniente Primero Pedro Gárezon, este oficial, viendo que ya no era posible continuar la lucha por las condiciones en las que se hallaba el buque, con sus cañones inutilizados, roto su timón, y diezmada su tripulación, dio la orden de abrir las válvulas de fondo para inundar al monitor y de esta forma impedir sea capturado por el enemigo.
A las 10:55 el Cochrane y el Blanco suspendieron el cañoneo y al ver que el Huáscar pronto se iría a pique, enviaron una dotación armada en lanchas para tomarlo. Cuando los marinos chilenos ingresaron a bordo, el Huáscar ya tenía 1,20 m. de agua y estaba a punto de hundirse por la popa. Con revolver en mano, los oficiales chilenos ordenaron a los maquinistas cerrar las válvulas y posteriormente obligaron a los prisioneros a apagar los fuegos que consumían diversos sectores de la nave. La lucha había concluido, el Huáscar capturado, y el mar libre para iniciar la invasión del Sur peruano.
domingo, 1 de julio de 2012
viernes, 29 de junio de 2012
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